¿Por qué quiero ser arquitecta?
Es una pregunta que ha surgido en mí muchas veces y cada vez encuentro más y más respuestas, pues el poder observar constantemente hasta donde llega el ser humano y la capacidad de crear evolucionariamente es algo magnifico, ya que no solo lo observo de grandes arquitectos que admiro como Zaha Hadid, Antoni Gaudí o Frank Owen. Sino también de mis profesores, compañeros y de mí misma que en este tiempo que he estado estudiando la carrera de arquitectura he podido absorber y desarrollar admiración y ganas de crear muchas cosas, pues esto viene también del día a día, desde que me despierto y camino por mi casa y las habitaciones que le constituyen, desde que salgo a la calle para ir a la universidad y observo grandes construcciones, hasta que llego a la universidad y observo los diferentes puntos de encuentro que le constituyen, los pabellones, etc.
Siempre tuve claro que a lo que me quería dedicar tenía que estar relacionado con el arte, pues desde pequeña estudié danzas folklóricas y esto me ayudaba, desde trabajar con los trajes típicos, hasta la creación de la escenografía, me atraía mucho la idea de crear.
En el 2014 tuve la oportunidad de realizar un tour por Europa, el cual a pesar de que sabía lo hermoso que iba a hacer, nunca me esperé tal belleza que observaría y tal admiración que desarrollaría al poder tener la oportunidad de conocer, diversas arquitecturas que dejaron huella en la historia.
Me gusta pensar mucho en la idea de dejar una huella ¿y qué mejor que una creación mía? ¿y qué mejor que poder plasmar muchas de mis ideas a la realidad? Pues no importa mucho si es reconocida por todos o solo por mi madre, el hecho de saber que es parte de mí y les sirve a las necesidades del usuario, es todo.
El estudiar esta carrera me ha hecho tomar conciencia que tenemos una ciudad muy rica en historia y arquitectura, pero simplemente no todos sabemos aprovecharla ni apreciarla. Pues a pesar de tener casonas, museos, teatros e iglesias con mucha historia las tenemos en mal estado o simplemente poco a poco han perdido su importancia.
Tomé conciencia de cómo la arquitectura va más allá de una simple construcción de concreto, de como esta responde ante las necesidades del usuario a través de ideas creativas, que poco a poco van formando una magnifica creación. Ahora simplemente tengo claro que ser arquitecto no basta en una obra ya construida, sino en como la creatividad y sensaciones que perduran de generación en generación.